La Formación Permanente es una herramienta para la adaptación profesional a
las exigencias de la sociedad actual a partir de la actualización de las prácticas docentes y de los conocimientos iniciales.
Es necesario
conocer otras experiencias y establecer contactos con otros centros, así como
encajar este proyecto en la dinámica de trabajo del propio CEP. Si los centros
educativos deben construir su propia cultura de centro, también el CEP debe definir una cultura formativa propia.