Una parte importante de la función asesora es promover el trabajo colaborativo, facilitando las condiciones que establece el
desarrollo del mismo y desterrar una organización compartimentada en departamentos para desarrollar un trabajo en ámbitos o áreas.
Este modelo de asesoría para una Formación Permanente se centra en los problemas de la práctica docente y en las necesidades
profesionales del profesorado, que diversifica sus estrategias formativas en
función de los diferentes contextos de cada centro y de las necesidades
detectadas en sus procesos de autoevaluación.